
- El video fue grabado en zonas arqueológicas como Chichén Itzá, Calakmul y Balamcanché.
Por Redacción
Ciudad de México, 13 de mayo de 2025; La Secretaría de Cultura del Gobierno de México informó que presentará una demanda en contra del influencer estadounidense Jimmy Donaldson, mejor conocido como MrBeast, tras la publicación del video titulado “Sobreviví 100 horas en un templo antiguo”, el cual fue grabado en zonas arqueológicas como Chichén Itzá, Calakmul y Balamcanché.
De acuerdo con declaraciones proporcionadas a EL UNIVERSAL por el área de Comunicación Social de la dependencia, la medida legal se debe a la difusión de información falsa contenida en el video, que simula hechos que nunca ocurrieron y que podrían implicar una violación al marco de protección del patrimonio arqueológico nacional.
En el material audiovisual, que ha generado gran polémica en redes sociales, se muestra al youtuber ingresando a áreas restringidas, pernoctando dentro de una zona arqueológica, utilizando un helicóptero para trasladarse desde una pirámide e incluso ingresando un dron a la pirámide de Kukulkán. Sin embargo, según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), varias de estas escenas fueron fabricadas mediante efectos de postproducción y no ocurrieron en la realidad.
“El video posee un amplio trabajo de postproducción y hace alusión a eventos que no sucedieron: los productores jamás descendieron de un helicóptero, no pernoctaron en las zonas arqueológicas ni estuvieron en posesión de piezas originales, como la máscara que aparece en pantalla, la cual es claramente una reproducción contemporánea”, aclaró el INAH en una tarjeta informativa difundida previamente.
La Secretaría de Cultura, encabezada por Claudia Curiel de Icaza, indicó que la demanda será tramitada por el área de Asuntos Jurídicos del INAH, con acompañamiento institucional. La funcionaria aseguró que se impondrán las sanciones correspondientes conforme a la ley.
Asimismo, Cultura subrayó que la visita del influencer se realizó bajo protocolos autorizados, y que las acciones legales derivan del contenido falso difundido posteriormente, lo que consideran un uso indebido de la imagen de las zonas arqueológicas protegidas.
El caso ha desatado un debate en redes sobre el impacto de los creadores de contenido en el patrimonio cultural, así como la responsabilidad de las plataformas digitales ante la difusión de materiales manipulados que podrían poner en riesgo bienes históricos.