
El perro que guía las almas hacia la eternidad.
El xoloitzcuintle, un perro endémico de México, tiene un profundo vínculo con el Día de Muertos. Según la cosmovisión prehispánica, este noble can acompañaba a los difuntos en su travesía por el Mictlán, el inframundo.
En la cultura mexica, estos perros eran sacrificados junto a sus dueños para guiar sus almas por los nueve niveles del inframundo. Su nombre proviene del dios Xólotl, protector de los muertos, quien les otorgó el poder de transformar el espíritu.
A lo largo de los siglos, el xoloitzcuintle ha sobrevivido a la conquista y se ha convertido en un símbolo de la resistencia cultural. Hoy, continúa siendo una figura sagrada y de profundo significado en las celebraciones de Día de Muertos.
✍️DL.