
En un momento de aguda crisis de seguridad en el municipio de Tula de Allende, el alcalde Cristhian Martínez se encuentra fuera del país sin autorización del Cabildo ni del Congreso del Estado, según constató este jueves el secretario de Gobierno de Hidalgo, Guillermo Olivares Reyna, durante una visita sorpresa a la presidencia municipal.
El funcionario estatal fue recibido únicamente por el secretario particular del edil, quien confirmó que el presidente municipal se encuentra ausente. La oficina del alcalde está siendo operada de manera informal y sin respaldo legal de una suplencia designada, lo que ha encendido alertas sobre un vacío de autoridad en un municipio golpeado por la violencia.
La visita de Olivares Reyna se dio en un contexto delicado: en los últimos diez días, Tula ha sido escenario de al menos cuatro enfrentamientos armados entre grupos criminales, dejando un saldo de varias personas heridas y al menos dos fallecidas. El más reciente ocurrió el jueves 3 de julio en la comunidad de San Francisco Bojay, donde civiles armados se enfrentaron con policías estatales en plena vía pública.
Frente a la ausencia del alcalde y la falta de información oficial por parte del Ayuntamiento sobre su paradero, duración del viaje o justificación administrativa, el Ejecutivo estatal advirtió que evalúa posibles medidas para garantizar la gobernabilidad del municipio.
“El despacho del alcalde está siendo atendido por su secretario particular. No hay una suplencia formal ni autorización del cabildo o del Congreso, lo que representa un grave problema en una región que atraviesa una situación crítica en materia de seguridad”, señaló Olivares Reyna al término del recorrido por la presidencia.
Por su parte, el gobernador Julio Menchaca confirmó que su gobierno ha desplegado operativos de seguridad en Tula ante la creciente presencia de grupos delincuenciales vinculados al robo de hidrocarburos. “Nuestro trabajo es inhibirlos, combatirlos y disminuirlos”, declaró el mandatario, quien también reconoció que el crimen organizado ha generado cotos de poder históricos en esta zona.
Hasta el cierre de esta edición, el gobierno municipal no ha emitido ninguna postura pública sobre la salida del alcalde ni ha aclarado quién queda formalmente al frente de la administración local. La falta de liderazgo en el municipio ha sido duramente cuestionada por habitantes, quienes demandan acciones concretas frente a la ola de violencia.
La omisión del alcalde podría representar no solo una falta administrativa, sino un riesgo para la estabilidad institucional de Tula. El Congreso del Estado podría intervenir si se determina que ha incurrido en abandono de funciones. Mientras tanto, el gobierno estatal aseguró que mantendrá presencia en la zona y continuará trabajando en coordinación con fuerzas federales para contener la violencia.