
Siete personas, incluido un niño de tres años, murieron tras ingerir carne de tortuga venenosa en la Isla de Pemba, Tanzania. El comandante de la policía local informó que al menos cinco familias estuvieron en riesgo.
Y es que según reportes de las autoridades, las familias que vacacionaban en las playas comieron el alimento en los restaurantes de la zona el pasado jueves 25 de noviembre.
El comandante Juma Said Hamis confirmó el fallecimiento de siete personas y otras 38 se internaron en hospitales por síntomas al ingerir carne de tortuga venenosa.
Se informó que la gran mayoría de las personas que presentaron nauseas y otras afectaciones moderadas, ya recibieron su alta. Sin embargo, tres aún continúan internadas.
Especialistas sugirieron que el veneno podría ser de un alga que produce venenos mortales y que sirve de alimento para las tortugas entre otras especies.
Con información de Plumas Atómicas