
Un joven de apenas 22 años, identificado como Víctor Enrique, fue secuestrado y arrojado desde lo alto del puente Morelos hacia las aguas del Río Tamazula, con manos y pies atados. Lo que sus agresores jamás imaginaron es que la víctima lograría sobrevivir.
Con fuerza sobrehumana, Víctor nadó contracorriente a pesar de las ataduras, hasta llegar a los cimientos del puente, donde consiguió liberarse. Exhausto, permaneció oculto en la base de la estructura, aferrado a la esperanza de ser visto.
Horas después, transeúntes notaron su presencia y alertaron a las autoridades. De inmediato se desplegó un impresionante operativo de rescate con apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional, utilizando técnicas de descenso y equipo especializado para ponerlo a salvo.
El joven fue trasladado a un hospital, donde médicos confirmaron que solo presentaba golpes y heridas leves, sin riesgo para su vida, pese al brutal ataque.
Las autoridades ya investigan el secuestro y buscan a los responsables de este acto atroz, mientras la comunidad se mantiene expectante y conmovida por la increíble historia de supervivencia.