
El capitán ofreció disculpas a los pasajeros y denunció presuntos adeudos salariales antes de ser asegurado por autoridades; el vuelo fue suspendido.
Daniela Granados
El piloto de la aerolínea Magnicharters, detenido por presuntamente intentar secuestrar una aeronave en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), explicó a los pasajeros que la detención del vuelo no fue un acto violento, sino una manifestación ante supuestas irregularidades laborales dentro de la empresa.
De acuerdo con los primeros reportes, los pasajeros del vuelo con ruta Ciudad de México–Cancún ya se encontraban a bordo cuando al piloto se le notificó que había sido despedido de la aerolínea. Tras recibir la información, el capitán se resguardó en la cabina y comenzó a emitir mensajes a través del sistema de altavoces del avión.
Minutos después, el piloto salió de la cabina y, utilizando un micrófono, se dirigió directamente a los pasajeros para explicar su situación, señalando que en ese momento no podían descender de la aeronave. En su mensaje, que posteriormente comenzó a circular en redes sociales, afirmó que su acción no tenía la intención de causar daño ni poner en riesgo a los viajeros.
El capitán denunció presuntos adeudos de sueldos y deficiencias operativas dentro de Magnicharters, asegurando que estas problemáticas afectaban a varios trabajadores y que los pagos pendientes se habrían acumulado durante meses. Asimismo, señaló que su remoción del vuelo ocurrió tras realizar una maniobra que, según dijo, correspondía a protocolos de seguridad.
Antes de ser detenido por las autoridades, el piloto ofreció disculpas a los pasajeros por la suspensión del vuelo y el tiempo de espera, además de presentarse como un trabajador con años de experiencia y responsabilidades familiares.
Tras los hechos, el vuelo fue suspendido y las autoridades iniciaron las investigaciones correspondientes para esclarecer lo ocurrido y determinar las responsabilidades legales del piloto y de la aerolínea.
