
Los padres del pequeño Emmanuel Haro, de apenas 7 meses, fueron arrestados como principales sospechosos de haberlo asesinado, tras contradecirse en su versión sobre un supuesto secuestro.
La tragedia comenzó el 14 de agosto, cuando Rebecca Haro denunció que un desconocido la atacó en un estacionamiento y, al despertar, su hijo había desaparecido. Sin embargo, la historia se derrumbó ante los detectives: no había pruebas del secuestro ni rastro del presunto agresor.
Con el avance de las investigaciones, el caso dio un giro macabro. Los agentes confiscaron el auto de la familia, revisaron celulares y computadoras, y hallaron contradicciones graves en los relatos. Incluso, perros especializados detectaron rastros de restos humanos, lo que reforzó la hipótesis de homicidio, aunque el cuerpo del bebé sigue sin aparecer.
El padre, Jake Haro, de 32 años, tiene un oscuro historial criminal: fue arrestado en 2018 por crueldad infantil tras fracturas y hemorragias en una niña, y en 2024 sumó otra condena por posesión ilegal de arma. Ahora, esposado y vestido de naranja, fue visto en una búsqueda en Moreno Valley junto a detectives para intentar ubicar los restos de su hijo.
Mientras tanto, el hermano mayor de Emmanuel, de apenas 2 años, quedó bajo resguardo de las autoridades de protección infantil.