
El operativo “Transporte Seguro”, implementado en la capital hidalguense, ha generado una alta participación por parte de conductores del servicio público, quienes han acudido a tramitar por primera vez o renovar el tarjetón que acredita su legalidad y cumplimiento con la normativa vigente.
De acuerdo con información oficial, la respuesta de las y los operadores superó las expectativas de atención, lo que provocó una saturación en la capacidad operativa inicial del sistema. Ante esta situación, las autoridades decidieron habilitar una oficina adicional y aumentar el número de formatos de tarjetón emitidos, como medida de contención frente al inesperado aumento en la demanda.
Si bien se reconoce la voluntad de regularización por parte del gremio transportista, el incremento en las solicitudes también deja en evidencia un rezago previo en el cumplimiento de esta obligación administrativa. La sobresaturación de trámites sugiere que una parte considerable del padrón de operadores no contaba con la documentación actualizada, lo que plantea interrogantes sobre la eficacia de los mecanismos de supervisión anteriores.
Especialistas en movilidad urbana han señalado que, aunque la habilitación de una nueva oficina es una respuesta adecuada en el corto plazo, se requiere una estrategia más amplia y sostenida para garantizar que la regularización no sea esporádica ni reactiva, sino parte de una política pública estructurada.
“Es un paso importante hacia la profesionalización del transporte público, pero también un recordatorio de que muchas de estas acciones llegan tarde. La falta de tarjetones actualizados no solo es un tema administrativo, sino de seguridad para usuarios y operadores”, comentó un concesionario que pidió mantenerse en el anonimato.
Las autoridades estatales han reiterado su compromiso con la mejora del transporte público en Hidalgo, asegurando que estos operativos continuarán para fortalecer la legalidad, seguridad y orden en el sector.