Por Jesús León
Cuando la realidad es opacada por la ficción las cosas no resultan y finalmente las cosas caen por su propio peso, esto sin duda aplica en el conflicto suscitado entre algunos policías estatales y sus mandos que curiosamente tiene varias vertientes que resulta atractivo desmenusar.
Por principio de cuentas habrá que remontarse varios años atrás cuando los elementos que ahora encabezan el movimiento al interior de la Secretaria de Seguridad Pública del Estado de Hidalgo, gozaban presuntamente de otras condiciones que favorecían a su bolsillo y su ego emocional.
Durante la actual administración muchas cosas cambiaron y si bien no terminaron los cotos de poder y algunos vicios arraigados, si cambio la forma y las personas que tenían el teje y maneje del asunto.
Esto incomodó a más de uno que vio terminada la época de opulencia y poder lo que comenzó a generar encono personal y pugnas que dieron pie a las famosas cadenas diseñadas para desestabilizar y generar conflicto interno, principalmente entre la tropa y los mandos medios y altos.
Una seríe de trascendidos la mayoría de ellos mal intencionados comenzaron a circular por redes sociales y algunos medios que se engancharon con los rumores.
Sin embargo la estrategia de quienes quisieron tirar cabezas no funcionó, pues no causó el efecto deseado, no obstante causó morbo y confusión.
Ante este escenario los que ahora se dicen líderes morales de las causas nobles, tuvieron que cambiar el guión y buscar la vía legal y fundamentada para expresar sus supuestas necesidades sesgadas por intereses eminentemente personales.
La jugada les resultó ya que el pliego petitorio que enviaron a las autoridades estatales generó expectativa y hasta cierto punto empatía por las peticiones plasmadas.
Lamentablemente para ellos, las formas que utilizaron para hacerse notar y captar el apoyo de más policías les causó la desaprobación de la ciudadanía y de la gran mayoría de sus compañeros que se han mantenido al margen de este asunto que habrá que ver en que termina ya que algunos de los incitadores ya les empezaron a salir sus trapitos al sol.