
Las 19 personas que fueron calcinadas el sábado en el poblado Santa Anita, municipio de Camargo, Tamaulipas, son originarios de Comitancillo, Guatemala y habrían pagado a traficantes para llegar a la frontera con Estados Unidos, según vecinos de la zona donde fueron encontrados, versión que hasta el momento no ha sido confirmada por las autoridades.
Testimonios recabados por EFE indican que los 19 guatemaltecos estaban recluidos en una casa del Cártel del Golfo a la que llegaron sicarios de su grupo rival, el Cártel del Noroeste, una escisión de los antiguos Zetas, que los asesinaron y luego los abandonaron en la frontera entre Tamaulipas y Nuevo León.
El obispo mexicano de Saltillo, José Raúl Vera López, exigió este domingo que se haga justicia para las personas que, según testimonios y medios locales, eran de origen guatemalteco.
Fuente: Latinus