
“La Facultad de Medicina de la UADY y la Secretaría de Salud de Yucatán ignoraron la salud mental de Karla cuando, meses atrás, solicitó apoyo por el estrés y agobio causado por las largas cargas de trabajo de la carrera”, denunciaron los jóvenes.
María Guadalupe Kú Cobá, madre de Karla, aseguró que su hija había solicitado ayuda al área de psicopedagogía de la Facultad de Medicina para atender su salud mental. La respuesta de dicho personal mostró una ausencia total de empatía, pero recibió una negativa e incluso le dijeron que si no podía mantener el ritmo de trabajo, que se cambiara de carrera.
Luego, la joven fue comisionada Tahdziú, a más de 140 kilómetros de su red de apoyo, para realizar su servicio social. Su madre dijo que no recibió ningún tipo de protección frente a la pandemia y tuvo que atender pacientes incluso fuera de su horario bajo amenazas de que no le liberarían el servicio social.
De acuerdo con sus familiares, la joven presentó al menos dos crisis nerviosas y recibió medicamento, pero no fue atendida su solicitud de cambio porque, dijeron, la salud mental no era motivo de incapacidad física. Además, le suspendieron sus descansos y así cancelaron la posibilidad de visitar a sus padres.
La versión de que Karla se quitó la vida es puesta en duda por sus familiares y amigos porque, aseguran, las autoridades no acordonaron la zona, ni investigaron a los conocidos con los que estuvo la última vez, por lo que exigieron agotar todas las líneas de investigación con perspectiva de género.
Fuente: TV Azteca