
Por redacción
En 1998 Felix Greatarsson, perdió sus extremidades al estar reparando una línea eléctrica ya que sufrió una descarga de energía de 11 mil voltios.
Los hechos ocurrieron en su natal Islandia por lo que médicos del lugar tuvieron que amputarle los brazos y hombros para salvarle la vida.
Tras 54 operaciones y estar en coma tres meses, fue dado de alta el hombre y posteriormente se inició en el mundo de las drogas y alcohol para poder superar su pérdida con el dinero e indemnización que le dieron por su accidente. Esa situación lo llevó a tener que buscar un transplante de hígado y uno más de riñón.
A partir de ese instante se se mantuvo sobrio por más de un año, situación que lo llevó a salir del terrible estado en el que se encontraba. Compro su primer automóvil donde lo tuvo que adecuar para poder manejarlo con los pies.
En una conferencia ofrecida por el reciente finado Jean-Michel Dubernard, Felix tuvo una esperanza de volver a tocarse la cara con sus manos pues tuvo que emprender un viaje a Francia en 2013 lugar donde fue aceptada si solicitud de cirugía.
El y su esposa Sylwia Gretarsson, de 33 años, lanzaron una campaña de recaudación de fondos que permitiera juntar aproximadamente 170 mil libras.
Posteriormente y al haber encontrado a un donante, el 11 de enero de 2021 Felix fue sometido al trasplante de brazos que le cambió la vida. La cirugía duró un aproximado de 15 horas y se practicó en el nosocomio Edouard Herriot en Lyon, Francia.
De la misma forma la esposa y el hombre con brazos nuevos realizaron una ceremonia en memoria del doctor Dubernard, junto con el cirujano jefe de de su trasplante, Aram Gazarian, “Por supuesto, dejamos una silla vacía en honor a un gran hombre”, dijo Greatarsson en su red social de Instagram.
Con información de Aristegui Noticias – redacción Dinámico Informativo