
Debido al aumento de casos positivos por COVID-19, los hospitales no se dan abasto con el número de pacientes que llegan diariamente a cada hora, reportándose graves.
Tal es el caso de un policía bancario, quien el pasado 11 de enero acudió en busca de atención médica en el Hospital General de México Eduardo Liceaga, en la colonia Doctores, de la alcaldía Cuauhtémoc (Ciudad de México), donde lo rechazaron por falta de camas.
Ante la falta de capacidad, el nosocomio envió al paciente a un hospital de Atizapán de Zaragoza (Estado de México), donde también fue rechazado; lo mismo ocurrió en un nosocomio de Nezahualcóyotl (Estado de México), fue entonces que, sin opciones, su familia decidió llevárselo a casa.
Cuatro días después del peregrinar, el policía bancario, quien era hipertenso, falleció.
Tras el fallecimiento del policía bancario, su hermano le quitó el tanque de oxígeno y se lo conecta a su madre, quien tampoco ha tenido la posibilidad de ingresar a un hospital y está muy grave.
Esta es la realidad que se vive a diario en los hospitales dedicados a atender pacientes contagiados por COVID donde cada ves hay menos esperanzas para las personas que buscan atención médica en un estado avanzado de este mortal virus.
Redacción: Nidia Celaya
Fuente: Radio Fórmula