
Columna de opinión | En la letra de…
En estos momentos, en el estado de Hidalgo nos encontramos ante un escenario político muy complicado debido a la pandemia covid 19.
Como ya todos sabemos deberíamos estar ya en campañas electorales para la renovación de las 84 alcaldías que conforman el estado, sin embargo debido a esta situación de salud que atraviesa el país, los escenarios se están reconfigurando y al no tener una idea clara de cuales van a ser las condiciones para que las campañas políticas se lleven a cabo, los medios electrónicos están tomando relevancia como la mejor opción para que los diferentes aspirantes puedan posicionar su plataforma política en el interés de la ciudadanía. Aunque de entrada esta puede ser una excelente opción, pues facilita llevar el mensaje a transmitir hasta el oído del votante, también despierta varios de los vicios que actualmente tiene el internet, como lo es la desinformación provocada a beneficios particulares. El uso de bots, trolls, memes y fake news se han vuelto muy populares como una herramienta de desacreditación, con las cuales se busca hacer daño a la imagen de un candidato o partido político en específico mediante el uso de mentiras, amenazas, o simplemente haciendo creer al electorado mediante cuentas falsas de Facebook, twitter o instragram, que un candidato en especial goza de la aceptación y popularidad de la gente.
Bajo este contexto, hablaremos de un municipio en particular, el municipio de Mixquiahuala, en donde las redes sociales han tomado una relevante “importancia”, desgraciadamente está siendo de manera negativa, pues según reportes de algunos ciudadanos, en los últimos días han aparecido diferentes perfiles virtuales que están inundando las redes sociales con mensajes de odio, y descrédito para algunos de los aspirantes políticos.
Las preguntas en el aire son: ¿Quién financia todas estas campañas negras? ¿Verdaderamente tienen un impacto real en las decisiones de los votantes?. Bastaría con hacer un análisis cuantificando el número de ataques hacia un aspirante en específico, y observar cuál de estos aspirantes no está siendo desacreditado para tener una idea de donde proviene todo, así lo mencionan los expertos en el tema; sin embargo hay que preguntarse también ¿Cuál es el papel que juega la ciudadanía ante este complejo escenario?, tal pareciera que ya no elegimos al mejor, sino al menos peor.
Desgraciadamente este método nos distrae del análisis correcto, el cual sería elegir como gobernante al hombre o mujer mejor capacitada con la mejor experiencia y las mejores credenciales para dirigir los destinos de un municipio.
Dinámico Informativo