
En medio de una crisis de agua, la sequía y la ola de calor que afecta a Nuevo León, autoridades de la entidad descubrieron a dueños de ranchos con pozos ilegales que establecieron un mercado negro aprovechando la grave situación de escasez que se vive en el territorio.
Hasta el momento se han detectado un total de mil pozos ilegales, aunque se cree que podrían ser muchos más, y que provocan que la disponibilidad de agua disminuya para el resto de la población, ya que, con esta práctica se extrae más de la permitida.
En este marco, la Secretaría del Medio Ambiente local manifestó que en medio de esta crisis los dueños de esos pozos están vendiendo el agua en pipas, lo cual es un delito federal.
Agregaron que esta práctica ha salido a la luz ante la situación que enfrenta Nuevo León nuevoleoneses, ya que a través de operativos han detectado este importante número de tomas ilegales que debieran ser castigadas por la Conagua.
Con información de Excélsior