
Una plaga de gusano descortezador, agravada por la sequía y el calor extremo, obligó al derribo de más de 14 mil árboles en el Parque Nacional El Chico, uno de los pulmones más importantes del estado.
De acuerdo con autoridades ambientales, la combinación de estrés hídrico, altas temperaturas y recientes incendios forestales generó el escenario perfecto para que la plaga se expandiera en la zona boscosa de Mineral del Chico.
El informe detalla que la afectación alcanza 519 hectáreas de bosque de oyamel, de las cuales solo 165 hectáreas han sido saneadas hasta ahora. En total, han tenido que talarse 14 mil 338 árboles muertos en pie para evitar que la infestación siga avanzando.
Para el rescate de esta área natural protegida se destinaron 15 millones de pesos en 11 proyectos que involucran a siete universidades y a una brigada de 42 personas que trabajan en el saneamiento forestal.