
Por Eduardo Zarate
Julio César Chávez Jr., hijo de la leyenda del boxeo mexicano, fue deportado de Estados Unidos y trasladado a México para continuar su proceso judicial por presunta delincuencia organizada y tráfico de armas, delitos por los que la Fiscalía General de la República (FGR) lo vincula al Cártel de Sinaloa.
El boxeador arribó cerca de las 11:53 de la noche del lunes 18 de agosto a la Garita Dennis DeConcini, en Nogales, Sonora, donde quedó a disposición de un juez en las instalaciones de la Policía Ministerial de la FGR. Posteriormente, fue ingresado al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) No. 11, en Hermosillo.
La orden de aprehensión en su contra había sido girada desde marzo de 2023; sin embargo, fue hasta julio de este año cuando finalmente fue detenido en territorio estadounidense.
De acuerdo con la indagatoria, su presunta relación con el Cártel de Sinaloa habría surgido tras la muerte de Édgar Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán. Versiones señalan que Chávez Jr. habría entablado una relación sentimental con una persona cercana a la familia Guzmán, lo que lo vinculó con ese círculo.
El exboxeador ha negado cualquier nexo con el narcotráfico o con “Los Chapitos”. Sin embargo, ha reconocido que mantiene contacto con ellos debido a que son tíos de su hijastra, con quienes afirma tener únicamente una relación cordial.