- Ocurrió en Yucatán; pobladores exigen justicia
Por redacción
Una triste noticia que dejó al descubierto una cruel realidad fue la del niño Íker, quien trabajaba como malabarista en calles de Yucatán y fue atropellado el pasado 13 de junio por una camioneta que circulaba a exceso de velocidad; el cuerpo del menor quedó tendido en el asfalto sin vida.
El pequeño de tan solo 8 años de edad laboraba a diario tambien pidiendo limosna, hoy su cuerpo permanece en el Servicio Médico Forense pues es la hora en que nadie ha reclamado su ser, es por ello que hombres y mujeres salieron a las calles a pedir justicia para el esclarecimiento del móvil y para encontrar a su familia.
Con base en información de medios locales se pudo conocer que presuntamente una camioneta color blanco de lujo habría matado al pequeño; no obstante cámaras de videovigilancia del C5 ubicaron la unidad calles aledañas en calidad de abandono.
También dieron a conocer que posiblemente una mujer habría aparecido dos días después, esta última presunta responsable. La fémina narró que al atropellar al infante la primera reacción fue huir; no obstante regresó al lugar y se había percatado de que el Niño había fallecido. Posteriormente se entregó a las autoridades pertinentes para el deslinde de responsabilidades.
Al respecto el gobierno del estado a través del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF-Yucatán) y la Procuraduría de Defensa del Menor en Yucatán (Prodennay), entraron en contacto con el poder ejecutivo de Chiapas para poder hallar a sus familiares del hoy occiso.
