
- Ocurrió en Oaxaca.
Oaxaca de Juárez, Oax., 14 de mayo de 2025; Una ola de indignación ha generado el caso de Fidelia Vásquez Nuño, una adulta mayor de 96 años que fue obligada por el banco BBVA a presentarse físicamente en una sucursal para actualizar su identidad biométrica, a pesar de sus condiciones de salud. El hecho ocurrió en la sucursal de la colonia Reforma, en la capital oaxaqueña, y fue denunciado a través de un video difundido en redes sociales.
En las imágenes, compartidas por el periodista Óscar Rodríguez, se observa a Fidelia siendo trasladada en una camilla y a bordo de una ambulancia hasta las puertas del banco, acompañada por su hijo, Gilberto Ayala. Él calificó el acto como “inhumano”, al señalar que su madre no tiene una enfermedad grave, pero no puede movilizarse por sí sola.
“Fue un verdadero calvario, la movimos en cama hospitalaria solo para que la viera un ejecutivo. Todo porque el sistema del banco no reconocía su identidad”, lamentó Ayala.
El caso ha despertado una fuerte crítica social hacia la institución bancaria, acusada de falta de empatía, sensibilidad y trato digno hacia personas adultas mayores. Los familiares informaron que ya presentaron una queja formal ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Fidelia, pensionada del ISSSTE, llevaba más de seis meses sin poder cobrar su pensión debido a la falta de verificación de identidad. Aunque su hijo contaba con un poder notarial y había entregado toda la documentación requerida, el banco insistió en que la presencia física era indispensable por supuestas fallas en el sistema.
La situación provocó que otras personas en redes sociales compartieran experiencias similares con sus familiares mayores, denunciando prácticas similares en otras instituciones bancarias como Banamex.
Hasta el momento, BBVA no ha emitido una postura oficial respecto al caso, pese a los múltiples señalamientos y la presión pública. Organismos de derechos humanos ya analizan posibles violaciones a los derechos de las personas mayores, mientras colectivos ciudadanos exigen cambios urgentes en los protocolos de atención para este sector vulnerable de la población.