Luego del incremento de temperaturas que se vive en el territorio hidalguense durante los últimos días, la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH), recomienda ‘La Jarra del buen beber’, una estrategia similar al plato del buen comer, en la cual, se clasifican las bebidas en seis niveles de acuerdo con su contenido energético y valor nutritivo, del consumo de bebidas y su porción recomendable al día.
La finalidad es fomentar el hábito de beber agua entre la población desde edades tempranas, así como concientizar sobre los beneficios y riesgos para la salud.
De acuerdo a especialistas de la SSH, el agua es el principal componente del organismo, esto debido a que conforma 60 por ciento del peso corporal de los hombres y 50 en las mujeres (debido a un mayor contenido graso en las mujeres). Del total del agua en el cuerpo humano, 70 por ciento se encuentra en el interior de las células mientras que 30 se localiza en el plasma sanguíneo.
La Jarra del buen beber está dividida en seis niveles: nivel 1 se sugiere consumir durante el día de 6 a 8 vasos de agua potable; nivel 2 de 0-2 tazas leche semidescremada, bebidas de soya sin azúcar; nivel 3 de 0-4 tazas de café y té sin azúcar; nivel 4 de 0-2 vasos bebidas no calóricas con endulzantes artificiales; nivel 5 0-1/2 vaso de jugo de fruta, leche entera y finalmente el nivel 6 de 0 vasos refrescos y agua de sabor.
Si bien es preferible optar por el agua natural, esta estrategia también sugiere ingerir otros tipos de bebidas con moderación, cuidando las cantidades consumidas al día, sobre todo si contienen azúcares.
Entre las recomendaciones que destaca se encuentran:
- Llevar un equilibrio entre ingesta y pérdida de agua.
- Mantener una correcta hidratación al realizar una actividad física.
- Evitar la sensación de sed bebiendo líquido a lo largo del día.
- Consumir alimentos ricos en agua como frutas y verduras, caldos, sopas, por mencionar algunos.
- Tampoco es recomendable beber agua en exceso, puedes producir una intoxicación hídrica.
- Es preciso prestar especial atención a la ingesta de líquidos en niños y personas mayores aunque no expresen sensación de sed o demanda de agua.
En caso de desear conocer las necesidades específicas de agua de cada persona (en función de la edad, sexo, actividad física, condiciones fisiológicas especiales, etc.) es recomendable acudir con un profesional de la salud, dietética y nutrición.