
• “Pero gracias a mi papá y al apoyo del IMSS para hacer el trasplante, hoy me encuentro sano y hago mis actividades normalmente”, expresó el joven.
Por redacción
Víctor, de 25 años, luchaba diariamente contra la insuficiencia renal crónica, una enfermedad que lo mantenía atado a la hemodiálisis y limitaba sus sueños. Años de tratamiento parecían no tener fin, hasta que la esperanza resurgió cuando su padre se ofreció como donante compatible.
La decisión de Francisco no fue sencilla, pero el amor por su hijo lo llevó a enfrentar el proceso con determinación. “Sabíamos todo lo que implicaba este procedimiento, pero su mamá, hermanos y yo estábamos dispuestos a ser donadores. La prioridad era la vida de Víctor”, mencionó, quien además contó con el apoyo del Seguro Social para llevar a cabo la operación.
El joven recuerda los difíciles momentos previos al diagnóstico: “Empecé con malestar general y un diagnóstico de hipertensión arterial. Luego apareció una hemorragia nasal permanente y, tras varios estudios, se confirmó la insuficiencia renal crónica”. Durante más de tres años, dependió de la hemodiálisis, hasta que el trasplante de su papá le devolvió la salud.
El proceso se llevó a cabo en el Hospital General de Zona No. 33 en Monterrey, Nuevo León, donde afortunadamente fue exitoso gracias al trabajo de un equipo multidisciplinario del IMSS. Ahora, Víctor se encuentra sano, retomando sus actividades normales y revalidando estudios para continuar su formación en Enfermería y la práctica de charrería.