
Frederico Minatto compartió 10 años al lado de Lilica, su pequeña perrita, de quien alcanzó a despedirse dos días antes de morir por Covid-19 en un hospital de Brasil.
De acuerdo con medios locales, el hombre que vivía en Criciúma, un pequeño municipio del estado de Santa Catarina, fue ingresado con síntomas graves de coronavirus, por lo que fue entubado a un respirador artificial.
“Solíamos hacer una videollamada para que los dos (padre y perro) se vieran. Aun así, siempre estaba preguntando por ella”, relató Fernanda, hija del señor Minatto, al equipo de comunicación del hospital.
En un principio la familia pensó en ingresar con el animal a escondidas, pero luego de recibir un permiso especial por parte del personal médico, Lilica llegó bañada y desinfectada para acompañar a su dueño y demostrar que la lealtad de un perro no tiene precio.
Redacción: Nidia Celaya
Fuente: Azteca Noticias