
En un acto calificado como «histórico» por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), el Gobierno de México dio banderazo este martes al sorteo nacional de viviendas del Programa Nacional de Vivienda para el Bienestar, un mecanismo transparente para asignar casas a familias de bajos ingresos ante una demanda que superó ampliamente la oferta disponible.
Leonardo Soto Montaño
La presidenta Claudia Sheinbaum resaltó que el sorteo es «la forma más justa» de distribución, mientras se realizan 154 eventos en 30 entidades y 147 municipios entre hoy y mañana, beneficiando inicialmente a miles de un padrón preseleccionado de más de 161 mil registrados.
El proceso, supervisado por interventores de la Secretaría de Gobernación y notarios públicos, prioriza equidad: asignaciones directas para adultos mayores y personas con discapacidad, cuotas para renta juvenil y el resto por tómbola pública. «Es un momento histórico en la política de vivienda del país», declaró la titular de Sedatu, Edna Elena Vega Rangel, vía remota durante la mañanera, enfatizando la transparencia para evitar favoritismos. Sheinbaum detalló que los requisitos incluyen no ser derechohabientes de Infonavit o Fovissste, carecer de propiedad y acreditar ingresos bajos, tras verificaciones exhaustivas en asambleas locales y registros en línea.
Este sorteo forma parte de una entrega mayor: 6 mil 401 viviendas terminadas entre noviembre y diciembre 4 mil 871 del Infonavit y 1 mil 530 de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), de un programa que proyecta más de 641 mil acciones habitacionales en lo que resta de 2025, incluyendo construcciones y mejoramientos. El universo inicial superó las 216 mil familias inscritas en etapas previas, lo que obligó al insaculación para garantizar imparcialidad. En ejemplos locales, como uno con 444 aspirantes para 256 unidades, el 20% se destina a renta para jóvenes, el 66% directo a vulnerables y el resto al azar.
El Programa Vivienda para el Bienestar, eje de la agenda social de Sheinbaum, busca revertir el déficit habitacional que afecta al 40% de los hogares mexicanos en pobreza, según el Coneval 2024, priorizando comunidades marginadas y reservas territoriales de Conavi con 393 predios para futuras 221 mil unidades. Este año, Infonavit y Fovissste han avanzado en 300 mil acciones, un 70% de la meta anual, con énfasis en sostenibilidad y cercanía a servicios. Expertos del Colegio de México, como la urbanista Patricia Ramírez, lo ven como un avance inclusivo: «El sorteo público rompe con clientelismos pasados, aunque el desafío es escalar a las 500 mil proyectadas en el sexenio sin rezagos».
La Secretaría de Bienestar y Anticorrupción participan para auditar, asegurando que beneficiarios firmen compromisos de uso propio. En un país donde el 30% de la población joven vive en hacinamiento per INEGI, este inicio de sorteos no solo entrega llaves, sino esperanza tangible.
Hasta el cierre de esta edición, los primeros ganadores emergen en entidades como Oaxaca y Hidalgo, con listas publicadas en gob.mx/conavi. El gobierno promete continuidad: más predios en 2026 para comunidades completas. En Palacio Nacional, el mensaje es claro: la vivienda digna no es privilegio, sino derecho sorteado con equidad. México, casa por casa, construye bienestar.
