Leonardo Soto Montaño
A partir de las 8:00 horas de este lunes, organizaciones campesinas y transportistas paralizaron decenas de carreteras federales en al menos 25 estados, incluyendo accesos clave a la Ciudad de México y casetas en la frontera norte, en un paro nacional que amenaza con colapsar el flujo de mercancías y pasajeros. La movilización, convocada por la Asociación Nacional de Transportistas de Carga (ANTAC), el Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano (FNRCM) y el Movimiento Agrícola Campesino (MAC), responde a años de demandas ignoradas por el gobierno federal.
En el Estado de México, los bloqueos totales o parciales afectaron la autopista México-Toluca (desde Ocoyoacac, con un carril liberado desde las 6:30), México-Tulancingo, la caseta San Marcos Huixtoco en la México-Puebla, Peñón-Texcoco (caseta Texcoco) y la carretera federal Texcoco-Lechería. La Vía José López Portillo, en Ecatepec, quedó totalmente obstruida a las 8:15, con manifestantes desplegando mantas que claman «Alto a la delincuencia en el transporte» y «Seguridad en todas las carreteras». En Sinaloa, las casetas de Cuatro Caminos, San Miguel Zapotitlán, Costa Rica y El Pizal se cerraron a las 10:00, impactando la ruta México-Nogales y el corredor Benito Juárez.
La protesta inició con alertas tempranas: a las 8:00, el FNRCM y MAC tomaron posiciones en el oriente mexiquense; a las 8:20, se reportaron cierres en Texcoco y Puebla; y para las 9:00, la congestión en México-Toluca era «intensa», según reportes viales. El paro se extiende a estados como Chihuahua, Michoacán, Jalisco, Chiapas, Tamaulipas, Veracruz, Puebla, Querétaro, Sonora, Zacatecas y Guanajuato, con tomas de aduanas en la frontera norte y ocupaciones de oficinas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER). La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) emitió una alerta a empresas, advirtiendo interrupciones en logística y recomendando evitar viajes.
Los transportistas, víctimas de robos y extorsiones que elevan costos logísticos hasta en 20% según Banxico, demandan patrullajes efectivos y fin a abusos por parte de supuestos elementos de la Guardia Nacional. Los campesinos, por su parte, protestan contra la falta de precios de garantía atractivos para granos, adeudos federales pendientes de ciclos pasados y la controvertida iniciativa de Ley de Aguas en discusión en el Congreso, que temen afecte el riego agrícola. Líderes como Baltazar Valdés del FNRCM y David Estévez de ANTAC enfatizaron que, tras fallidos diálogos, optaron por un cierre total para «hacerse sentir», incluyendo paralización de carga y descargas.
Hasta el mediodía, no hay respuesta oficial del gobierno federal, y los organizadores llaman a la ciudadanía a quedarse en casa para evitar riesgos. El impacto económico podría escalar si el paro se prolonga, afectando suministros de alimentos y manufacturas en un país donde el transporte carretero mueve el 70% de la carga nacional. Autoridades viales en CDMX y estados involucrados desplegaron desvíos, pero el caos vial persiste, recordando protestas similares en 2024 que generaron pérdidas millonarias. La protesta subraya la urgencia de políticas integrales para el campo y la movilidad segura en México.
