En medio de un entorno internacional incierto y con tensiones políticas internas en ascenso, la consultora Integralia publicó un análisis que identifica diez riesgos políticos capaces de frenar el crecimiento económico de México durante 2025, señalando que la estabilidad institucional será clave para evitar un deterioro prolongado en la inversión y la actividad productiva.
El informe, elaborado por el equipo de análisis político de la firma, destaca que la debilidad institucional encabeza la lista de amenazas. De acuerdo con el estudio, la presión sobre organismos autónomos, las tensiones entre poderes y la falta de contrapesos claros podrían limitar la capacidad del país para responder de manera efectiva a crisis económicas o de seguridad.
Otro punto crítico es la reforma judicial, impulsada por el gobierno federal, la cual —según el reporte— podría generar incertidumbre en el sector privado debido a las dudas sobre su implementación, los posibles cambios en el sistema de nombramientos y la autonomía en la impartición de justicia. Integralia advierte que un proceso opaco o acelerado podría generar cautela entre inversionistas nacionales y extranjeros.
El documento también menciona la fragmentación del crimen organizado como un riesgo creciente. La dinámica violenta entre grupos delictivos, señala el informe, está modificando las rutas de operación y ampliando las zonas de conflicto, lo que afecta directamente la logística, los costos de transporte y la seguridad de las empresas que operan en estados clave de la manufactura y el comercio.
Asimismo, Integralia subraya posibles efectos negativos derivados de la polarización política, el impacto de decisiones fiscales de corto plazo y la incertidumbre en torno al futuro del T-MEC, cuyo proceso de revisión se ha convertido en una variable determinante para la economía mexicana.
Expertos consultados coinciden en que, aunque México mantiene fortalezas macroeconómicas como reservas internacionales robustas y un sector exportador dinámico, el desafío será garantizar certidumbre jurídica y gobernabilidad para que no se desacelere el flujo de inversiones.
El análisis concluye que 2025 será un año decisivo: la manera en que el gobierno gestione estos riesgos marcará el rumbo económico del sexenio y definirá si México puede consolidarse como un destino atractivo para la relocalización de empresas o si, por el contrario, enfrenta un ciclo de menor crecimiento.
