Arqueólogos mexicanos anunciaron el descubrimiento de un tercer repositorio de arte rupestre en la región de Tehuacán, Puebla, con pinturas que datan de al menos 10,000 años de antigüedad, mucho más antiguas que las primeras civilizaciones mesoamericanas conocidas. Este hallazgo, reportado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), representa un avance significativo en la comprensión de las culturas prehistóricas del centro de México y refuerza la importancia de preservar el patrimonio cultural del país.Las pinturas, encontradas en una cueva en la región de Tehuacán, incluyen representaciones de figuras humanas, animales y patrones geométricos, realizados con pigmentos naturales como óxido de hierro y carbón. Según el INAH, las imágenes sugieren prácticas rituales y una conexión profunda con el entorno natural, posiblemente relacionadas con comunidades de cazadores-recolectores que habitaron la zona durante el periodo Arcaico (10,000-2,500 a.C.). La datación por carbono-14 confirma que estas obras son anteriores a las culturas olmeca y zapoteca, lo que las convierte en algunas de las expresiones artísticas más antiguas de Mesoamérica.El equipo arqueológico, liderado por el Dr. Josué Lozada Toledo, utilizó tecnología LiDAR para mapear la cueva, revelando detalles que habían pasado desapercibidos en exploraciones previas. Este método, similar al usado para descubrir la ciudad maya de Sak-Bahlán en Chiapas, permitió identificar grabados adicionales en paredes rocosas. El hallazgo se suma a otros dos sitios de arte rupestre en Tehuacán, consolidando a la región como un centro clave para el estudio de la prehistoria mexicana.El hallazgo también resalta el contraste entre el México moderno y su pasado ancestral. Mientras el país enfrenta retos contemporáneos, como la violencia del crimen organizado y tensiones con EE.UU. por aranceles, este descubrimiento recuerda la profundidad de su herencia cultural. En palabras de la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, “estas pinturas nos conectan con los primeros mexicanos que soñaron y crearon bajo las mismas estrellas que nosotros”.El INAH ha solicitado un presupuesto adicional para 2026 para proteger el sitio y continuar las excavaciones, pero enfrenta críticas por la falta de recursos para otros sitios arqueológicos.El gobierno de Puebla, en coordinación con el INAH, planea abrir el sitio al público en 2026, con visitas guiadas que respeten las normativas de conservación. Este esfuerzo se alinea con la promoción de México como destino cultural, especialmente en el contexto de las celebraciones del Día de la Independencia el 15 y 16 de septiembre, que este año incluirán exposiciones sobre el patrimonio prehispánico en museos de todo el país.
