• Cada año, decenas de peludos son dejados a su suerte tras acompañar a sus dueños a la Ciudad de México; Organizaciones luchan por su rescate y bienestar.
Por Redacción
En medio del fervor de las festividades guadalupanas, una realidad preocupante emerge, el abandono de perros peregrinos. Estos animales, muchos de los cuales acompañan a sus dueños durante largas caminatas, suelen ser abandonados al llegar a la Basílica de Guadalupe, por lo que varias asociaciones han documentado un incremento en este fenómeno, donde los canes quedan deshidratados, lesionados y desorientados tras el evento religioso.
Dichas asociaciones enfrentan grandes desafíos para atender a estos pequeños animalitos, como la falta de apoyo gubernamental, lo cual complica la implementación de soluciones sostenibles, como campañas de concientización y esterilización masiva. Según reportes, algunos perros son enviados al antirrábico por quejas ciudadanas, lo que generalmente termina en sacrificios, dejando un vacío en los esfuerzos por protegerlos.
Activistas y voluntarios piden a la sociedad sumarse al esfuerzo, adoptando a los animales y apoyando campañas de rescate. Además, instan a las autoridades a promover políticas más efectivas que eviten el abandono y garanticen el bienestar de los perros peregrinos, ya que varias personas aseguran que las festividades, deben ser un acto de fe y un ejemplo de compasión hacia todos los seres vivos.