El Instituto de Biotecnología de Beijing informó que, de acuerdo con pruebas realizadas previamente, al colocar una vacuna a una persona, a los 14 días los anticuerpos aumentaban significativamente, pero a los 28 días alcanzaban su punto máximo.
Las pruebas se realizaron en el país asiático, fueron 108 voluntarios que acudieron, posterior a la vacuna los efectos que esta les provoco fueron generar anticuerpos de tipo T, además de dolor de cabeza, fiebre, dolor de cuerpo, fatiga, pero en todos los casos fue moderada.
Aunque las vacunas aún no están disponibles por que se requiere de una mayor investigación, se mencionó que el aumento de anticuerpos tipo T funcionó en defensa con la presencia del virus, y que se continuara experimentando con alrededor de 500 pacientes para lograr identificar la dosis adecuada para atacar el nuevo SARS-CoV-2.