Luego de pasar siete años en prisión, Sarah Sands, una mujer de origen inglesa, finalmente recuperó su libertad. La fémina fue acusada y sentenciada por haber asesinado a un hombre que abusó sexualmente de su hijo de 12 años.
Fue en 2014 cuando el menor fue agredido sexualmente por un anciano, el varón le ofreció empleo en una tienda de abarrotes, hasta ahí todo iba bien, sin embargo, el sujeto aprovechó la oportunidad para abusarlo, sin que nadie lo impidiera.
Pasaron algunos días y el infante ya no quería ir a la tienda, algo que le pareció extraño a la mamá pues el anciano era su vecino y se hacia pasar por una persona buena, no obstante, poco después comenzaron a salir a la luz algunas acusaciones en su contra, y ahí fue cuando Sarah Sands, se enteró que su pequeño también había sido abusado.
Después, el abusador fue investigado y detenido algunos días, sin embargo, fue puesto en libertad tras no haber suficientes pruebas en su contra, Sarah se enteró y al notar la poca reacción por parte de las autoridades, además, de observar la desfachatez con la que el anciano transitaba libre, a pesar de todos los señalamientos, ella hizo justicia por su propia mano y le quitó la vida.
“Lo golpeé en su frente con el cuchillo y él me agarró. Perdí el control. No podía permitir que nadie más saliera lastimado, alguien tenía que proteger a la gente (…) él hizo daño a mi hijo Bradley, mi hijo pequeño”, dijo tras el hecho, la mujer fue condenada a pasar tres años encarcelada, sumándole cuatro más.
Fue entre 2014 y 2015, cuando las autoridades por fin hallaron el pasado criminal del agresor, quien tenía señalamientos por delitos cometidos a menores entre 1970 y 1990, no lo habían notado porque se cambió de nombre. Al pasar los años, Sarah finalmente recuperó su libertad y podrá reunirse de nuevo con su hijo.
Con información de El Universal