
“¡Debí haberme puesto la maldita vacuna!”, fue el último mensaje que Michael Freedy envió a su prometida Jessica, antes de morir a causa de las consecuencias del virus.
El hombre de 39 años de edad se contagio de la enfermedad a principios de junio, luego de irse de vacaciones a San Diego junto a su novia y sus cinco hijos. Cuando regresaron comenzó a observar anomalías en su piel, además, de que su nivel de oxigenación estaba muy bajo, por lo que acudió a realizarse una prueba de sars-cov2, resultando positivo.
El arrepentimiento del varón radicaba en que junto a Jessica querían esperar un año para ponerse el antídoto contra el virus de origen chino, pues querían esperar para conocer los efectos que podría tener en las personas.
“Solo tenía 39 años. Nuestros bebés ahora no tienen Papá. No se puede decir que soy joven y no me afectará, porque lo hará. El amor de mi vida, mi roca, mi todo. El padre de mis bebés ya no está con nosotros. No sé qué hacer”, dijo Jessica en una entrevista.
Posteriormente la mujer devastada por la muerte inesperada de su marido, abrió una cuenta de Go Fund Me para asumir los gastos del hospital y fue ahí donde informó que Michael falleció el pasado 29 de julio.
Con información de Plumas Atómicas
Redacción de Fernanda Guerrero – Dinámico Informativo