
Hace unos 93 millones de años, un extraño tiburón que se alimentaba de plancton con una forma diferente a cualquier otra criatura marina conocida recorrió el mar en lo que ahora es el noreste de México, usando aletas alargadas que hacían su cuerpo más ancho que largo.
Científicos anunciaron el jueves el descubrimiento de un fósil casi completo del tiburón, llamado Aquilolamna milarcae, que vivió durante el Período Cretácico en una época en que los dinosaurios dominaban la tierra.
Sus proporciones inusuales, un tramo entre aletas de aproximadamente 1,9 metros y una longitud de la cabeza a la cola de aproximadamente 1,65 metros, dejaron a los científicos asombrados.
El nombre de Aquilolamna significa «tiburón águila», un guiño a sus delgadas aletas pectorales, que «actuaron principalmente como un estabilizador eficaz», según el paleontólogo de vertebrados Romain Vullo, autor principal del estudio publicado en la revista Science.
Aquilolamna vivía en mar abierto en una época en que los mares estaban poblados de reptiles marinos, parientes de los calamares con grandes conchas llamadas ammonites, peces y grandes tiburones. El depredador más grande en su ecosistema fue un tiburón llamado Cretoxyrhina, que medía 6 metros de largo.
Fuente: Azteca Noticias